31.12.06
26.12.06
...en rojo y verde
Un día de encuentro y compartir entre nuestros seres queridos... villancicos y luces nos alegran llenando con más entusiasmo nuestra celebración, con regalos o sin ellos, en las calles descalzos o en casa brindando, todos miran al cielo a las 00:00 y solo saben que ya es navidad...
FELIZ NAVIDAD PARA TODOS
...alguna vez esta alegría llenará a todos realmente?, esperemos que sí. No solo es compartir con los nuestros sino tambien con los que están en nuestro camino.
14.12.06
Admirable Machu Picchu
22.11.06
Corazón Sudaca
18.11.06
360º
Tratando de ordenar mis archivos fotográficos (asunto nada fácil) encontré un tema recurrente: los círculos.
Alguna pequeña obsesión de aquellos días de julio en busca de la perfección o sería mi reflexión por el tiempo y la eternidad... tal vez un simple juego de casualidad? no lo sé, pero creo que al menos un círculo le da un giro diferente a cualquier foto, por lo menos sé que me divertía tanto como si fuera un juego de adivinanzas :D Aquí les muestro algunas de ellas.
2.11.06
La muerte del recuerdo
1ro de Noviembre, día de todos los muertos, feriado para casi todos y el día en que el Cementerio está con más gente que los domingos. También me sumé a este recorrido pero más allá de visitar a mis familiares idos, di un pequeño paseo por la parte antigua del Cementerio de Miraflores.
Muchas de las lápidas son unas joyitas de arte, un mármol que ahora ya no se usa y rostros esculpidos que capturaron la expresión del difunto. También infaltable el polvo, el abandono, el olvido y hasta el hurto de estos objetos.
Si bien luce tétrico y gris, este cementerio tiene su encanto... es sólo cuestión de recorrerlo y encontrar sus detalles particulares e históricos.
1.11.06
HOLD ON
30.10.06
En 15 minutos
16.10.06
Tallando vidas...
Visité once de estos talleres y quedé encantada con tantas piedras preciosas, y por tanto tesón y entusiasmo puesto en cada línea que se tallaba en ellas. De hecho han visto este tipo de trabajos en las tiendas artesanales, pero créanme, lo que habíamos visto es tan sólo una pequeña muestra, muchos de estos productos no son vendidos por aquí...
12.10.06
9.10.06
5.10.06
Marinera en la Primavera
28.9.06
24.9.06
Caballitos de Troya
Mi recorrido sigue el de la artesanía. Esta vez visité precisamente allí, a una hora de Trujillo, un taller de tallado en madera, camino obligado para visitar el Complejo Arqueológico El Brujo. Ocho artesanos unidos para vender sus productos, tallan cofres, bases de lámparas, candelabros, marcos para espejos, personajes moche y animales. Ellos dominan el acabado envejecido que caracteriza sus trabajos.
Buscando formas y figuras, encontré olvidados -en una esquina, entre virutas de aserrín y herramientas en desuso- un grupo de caballitos de madera que nadie miraba o tomaba en cuenta. Encantada con sus líneas sin terminar, retuve entre los dedos su tosquedad, imaginando la variación de sus contornos. La aspereza de su superficie invitaba a no soltarlos nunca más.
Y es que cada vez menos gente compra juguetes de madera; los niños ya no los quieren y nosotros no dejamos que los vean. El contacto con lo natural quedó olvidado en el aserrín de nuestro paso. A pesar de todo, dejé los caballitos donde estaban y seguí fotografiando los productos estrella del taller. Nadie nombró a los caballitos terminados, mucho menos a los que están en proceso. Nadie sabe muy bien por qué los hacen y para quién. Vinieron más lámparas, más candelabros y más cofres, pero yo sentía que entre todas las cosas en desuso los caballitos me miraban desde el olvido.
20.9.06
What Type of Writer Should You Be?
Visitando otros blogs llegué a este Test, no sé que tan cierto sea... pero no esperé este resultado :S
You Should Be A Poet |
You craft words well, in creative and unexpected ways. And you have a great talent for evoking beautiful imagery... Or describing the most intense heartbreak ever. You're already naturally a poet, even if you've never written a poem. |
12.9.06
The wonder years_ "coda"
Si bien esa "fiebre" de ver mi serie favorita se acabó hace tiempo, y aunque haya conseguido el listado de todas las canciones de cada capítulo, sólo sonrio cuando veo casualmente algún capítulo. Hoy encontré uno! y, justo, uno de mis favoritos, por tener en casi todo el capítulo mi canción favorita. De este episodio solo recuerdo esta frase:"no se trata de quien lo hace mejor ni peor, se trata de la música"y bueno, la pasión no siempre encuentra la técnica...
8.9.06
Cosiendo historias
Ellas conversan conforme avanzan en su laborioso y disciplinado esquema de producción, diversificando con miras a proyecciones mayores que las de un oficio doméstico. Ellas comparten sueños y esperanzas en cada puntada de color, delinenado personajes al compás de su canto y de sus risas.
5.9.06
The book of love
La escuché en una peli, de esas que me gustan verlas una y otra vez, no es una gran producción cinematográfica, pero tiene una historia tan sencilla que solo pregunta si es que hay algo más en la vida que la rutina, el reencuentro consigo mismo y ver que puedes compartir lo que te gusta con quien más amas,... Shall we Dance.
Después de verla de ida y regreso de Lima me animé a publicarla... me gusta pero espero que no la pongan en mi próximo viaje XD
30.8.06
My little beetle
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Es imposible renunciar a verlo cortando el viento en la carretera como antaño..., como hace aún ahora cuando está de buena guisa y quiere darlo todo consumiendo en la pelea hasta la última gota de aceite. El “naranjita” es mucho más que unos engranajes alemanes de buena sepa. El "naranjita" es más que un clásico, es el amigo silencioso de heroicas batallas, el cómplice sufrido que me espera en el volante y en la memoria.
20.8.06
Caramelos de limón
Un caramelo en manos de un niño no es señal de alegría cuando se tienen seis años y de eso depende la comida del día.
Luz roja : el semáforo no se detiene por ella ni siquiera un instante. No hay nadie haciendo piruetas. En medio del ruido de los motores, una pequeñita gris juega con un desvencijado plástico negro a manera de cometa dentro del círculo inerte del cemento. Ausente, sale de su burbuja un momento para mostrarnos, sin palabras, inexpresiva, sus caramelos de limón.
Luz ámbar : su pequeño ceño fruncido no cambia ni con la venta. Ha vuelto a su burbuja y siguió jugando sin mirar nada más que sus pies sobre el concreto.
Luz verde : la niña ha quedado atrás, jugando en silencio, en medio del smog. He guardado la cámara, pero el caramelo ha perdido toda dulzura con su niñez.
2.8.06
Entre el azul, el verde y el rojo
1.8.06
El viejo y el mar
Hace tres o cuatro años realicé esta entrevista junto a Valerito, fue una tarea de RedacciónI, ...hoy escuché en la radio que mi entrevistado tomó su caballito de totora y navegó hacia el cielo.
El astro rey nace y muere diariamente como las milenarias faenas de los huanchaqueros, que a bordo de sus fastuosos “caballitos” surcan el mar movidos por el más íntimo placer de la vida, pescar en absoluta libertad sobre el lomo poderoso del mar.
Actualmente, es menor el número de estos héroes, y sus maestros más ancianos ya no están con nosotros. En un paseo por Huanchaco, cuna de pescadores, encontramos erguido a Don Mercedes José Díaz Arroyo, uno de los pocos guardianes de las antiguas tradiciones recibidas de los abuelos inmemoriales.
Nacido para el mar
Con mirada alegre y expresión de niño, don Meche, como suelen llamarlo, nos observa atentamente e indaga con curiosidad nuestra procedencia. Ha vivido en Huanchaco desde que nació, un 24 de setiembre se 1913 -justo cuando apuntaba la primavera. De ahí no más se recuerda a sí mismo corriendo por la arena con su pequeño caballito, listo para explorar el océano navegando sobre las diminutas olas que los recibían: “desde que uno nacía se dedicaba a la pesca, antes nos había colegio” –asegura, apoyando la cabeza sobre las manos que entrelaza sobre la mesa. Toda una vida dedicada a la pesca, 55 años, de niño aprendió a tejer las pequeñas naves y las redes y chinchorros; se inició como pescador a los 16, “yo pescaba en balsilla primero, dos años pasaron y pude navegar en caballito de totora, más grande que el que usaba de niño, hecho por mis manos” –recuerda, mientras frota las manos y juega con los dedos.
Don Mercedes denota un profundo respeto por el contraste entre la prodigalidad del mar y su braveza, lo que le ha permitido desarrollar a su lado en fuerza y personalidad, “al mar hay que respetarlo y así serás su amigo. En invierno es malo y en verano se pone como una laguna y está tranquilo” –puntualiza, mientras ve pasar a su nieta y la tranquilidad y el silencio de aquel lugar que nos acoge se distrae con la llegada de comensales al restaurante del que es dueño su hijo.
La más grande diversión de la vida
Una tarde en Huanchaco, para sus antiguos habitantes, era más que un bello morir del sol en medio del encendido infierno del celaje, para ellos la tarde era sinónimo de felicidad, pues era la hora de regresar a casa trayendo los frutos marinos recogidos durante el día, listos para ser llevados al mercado y/o para ser compartidos en el cumpleaños de algún compañero de mar. Los momentos más felices estaban relacionados totalmente con el oficio, “sí, la pesca era también mi diversión, llevar los pescados aún pataleando al mercado de Trujillo era una alegría, en cambio ahora el pescado llega congelado, ya ni sangre tiene” –añade, mientras se rasca la cabeza que mueve en negativa-, “como los chicos de ahora, pues, que están dejando morir las tradiciones.
Según nos cuenta don Meche, ellos no tenían ningún ritual de pesca, dejaban la pesca a voluntad de Dios, “levantábamos las manos al cielo para encomendarnos, Dios nos veía y nos echaba la bendición, la buena y la mala suerte no eran cosas de preocupación, nosotros sólo buscábamos navegar y encontrar”.
Instantes náufragos
Si bien el más grande placer era pescar, cuando no habían muchos peces la vida no estaba completa. Con la llegada de los buques foráneos la pesca se tornó no sólo más difícil sino también más peligrosa, don Meche recuerda mirando el vacío como si se trasladara en el tiempo y viviera en la memoria aquellos momentos tan duros, “los momento más tristes llegaron con los buques y vapores extranjeros que el gobierno dejó entrar en nuestro mar, porque por las noches no respetaban el límite de las 200 millas reservadas para nosotros, al no encontrar peces en su zona entraban aquí y sucedieron muchos ‘accidentes’ al ser deliberadamente embestidos por esas embarcaciones grandes”, nos cuenta mientras orienta la mirada hacia sus manos. Estos momentos de zozobra provocada se mantienen vivos en el recuerdo de don Meche, quien salvó de ser arrollado por una de estas embarcaciones, gracias a que su remo, hecho de caña de guayaquil, chocó contra la gran nave pudiendo tomar pique para alejarse; “en la noche era más peligroso caerte porque no te veían y la gente de los barcos grandes nunca te escuchaban, sólo debíamos tener coraje para rescatar a nuestros compañeros, he visto morir a algunos de ellos” –afirma, en tanto nos mira fijamente como quien espera que digamos algo.
No sólo los momentos de pesca trajeron vivencias amargas en la vida de don Mercedes, sino que la muerte también rondó en su familia. Casado a los 25 años, tuvo primero cinco hijos, a quienes perdió por falta de médicos, “tuve tres hijas mujeres y dos hijos hombres pero murieron, antes no habían tanto médico como ahora. Al regresar de altamar, después de un mes, me daban la noticia que alguno de mis hijos había fallecido”, nos relata mientras frunce el seño y junta las manos. Ahora don Meche tiene seis hijos nomás, dos varones y cuatro mujeres, adornado con catorce nietos.
Mitos, tradiciones y Huanchaco
La vida en este lugar solía ser mística, no sólo por las tradiciones que los abuelos contaban a los niños sino por la manera de vivir de estos pobladores. Huanchaco ha cambiado enormemente desde los inicios del siglo veinte hasta la actualidad, el crecimiento urbano, industrial, artesanal ha marcado firmemente en don Mercedes quien recuerda con mucho cariño a don Víctor Larco porque según nos dice él construyó el muelle lo cual facilitó su trabajo y permitió que el azúcar pueda ser llevado en “grandes barcos”, “con la creación de dos vagones las gentes iban a otros lugares así como otras gentes venían para vivir aquí pero no les iba muy bien en la pesca porque no sabían nada de esto”, asegura sonriendo.
Las tradiciones siempre eran contadas por los abuelos y en algunos ocasiones por los padres, “siempre recuerdo el aluvión del 25, fue terrible, terrible, el agua inundó casi todas las casas del centro viejo hasta por lo que ahora es el Tablazo, según mis abuelos era un castigo de Dios”. Las tradiciones religiosas cobran su encanto con la llegada de la Virgen del Socorro, quien arribó a Huanchaco en una caja que desembarcó un barquito de vela, “en ese tiempo los pescadores eran llamados ‘los Quirihuac’, éstos vieron a un hombre blanco que les dijo que ayudaran a bajar las cajas”, este hombre era Dean Saavedra, “el padre que andaba de rodillas” que insistía en que la Virgen quería que le construyan un Iglesia en la Loma pero la gente incrédula la dejaba en la Capilla del Pueblo, mas la Virgen en varias ocasiones volvía a aparecer en la Loma hasta que se erigió la Iglesia y la Virgen hasta el día el día de hoy se encuentra con su niño en brazos, tal cual llegó.
Con el aroma a un fresco pescado frito y el recuerdo de don Meche de verse en la mar con sus amigos compartiendo un cebiche o un pescado bien frito durante el momento de descanso nos despedimos de aquel dulce anciano que tiene el mar en las venas y la alegría de aquel que vive sin preocupaciones y que ve en el mar al amigo, al hermano, y al padre.