19.5.12

Una visita "Caleta"

Innumerables veces escuché de Caleta Colorada. La idea de pasar un día de invierno en una playa tan lejana nos hizo dudar al principio; sin embargo, los primeros rayos de sol auguraban un cálido paseo... y así fue.
No fue tan rápido como pensamos inicialmente.  Dos horas hasta Chimbote, y luego 30 minutos a la caleta para ver a los pescadores. Tan concentrados estaban en su faena que no atendían nuestro pedido de ser trasladadas. Al final apareció un pescador que se ofreció a llevarnos en una pequeña balsa. Bordeando el litoral pudímos sentir a Eolo en la fuerza que sólo tienen los vientos libres. Conforme avanzamos aparecieron gaviotas sobre el camino. Al llegar, sin  exagerar, pensamos que estábamos en un paraíso primordial y oculto. Toda la playa para nosotras, su arena, sus colores, y sus luces y sombras.  El verano llego y nosotras con él.
¡Toda la playa para nosotras!

Los pasos de la brisa.

Un lugareño amistoso.