1.9.13

Doce girasoles...

Tres, cinco, doce, quince... Van Gogh muestra el ciclo de la vida con sus girasoles, me pregunto qué habrá pensado entre cada cuadro de esta serie.  Tanta energía y fuerza sobre la tela, y ese temperamento tan fuerte que sólo dejaba acariciar con los detalles sutiles de sus pinceladas.  Jugó con los amarillos, jugó con los colores de la tarde, era su casa para su amigo querido.
Qué alegría la mía recorrer con la mirada estos trazos, qué alegría la mía transportarme por instantes a Arlés y respirar la historia de una imagen sencilla e impactante.